martes, septiembre 22

La estación que se viste de mujer

Una de mis hijas, es la mañana que nunca muere, que promete la certera existencia con los brazos abiertos para los mendigos.
Mi vástago bien amado se abre camino estirando el pecho hasta reventar las vestiduras, por el cielo, que es mi padre olvidado.
El arqueo fugaz de la hierba me anuncia; el brillo inhumano del dios separa mis piernas y deja caer lentamente del árbol mayor la savia y la clepsidra que devolverá las horas.
Otro de mis hijos es el cuerpo. No importa cuál, todos son míos, míos; pero yo solo deseo el de mi hijo.
El cuerpo recuerda al cuerpo; se incorpora en la memoria del otrora cortejo y devora la simiente ajena, rememorando antiguos rituales de complacencia.
Coronada, veo a mis nacidos copular enfermizos, rasgando la naturaleza hasta sangrar profusos, y libar cada hueco profundo.
Es el misterio de lo íntimo, el que una y otra vez somete, siendo éste el único recuerdo que enaltecerá la caída del imperio de las bestias. Los cuerpos.
Mis hijos famélicos uno de la otra, una del otro, magullando su propia carne, escribiendo la historia de todos los presentes dudosos; tan míseros son que se revuelven en su más privada inercia sin culpa alguna.
Los divinos aman las miserias, pero la tierra no las soporta, y así castiga.
Mi hija toma a mi hijo encerrándolo entre sus piernas, y se da cuenta de que soy una mujer, soy mi propia hija y el cielo es un padre que brilla de lujuria al vernos. Es mi cuerpo el árbol, la estación vestida que la toma por los cabellos acercándola al vientre.
Caliente y embebida, dispuesta a llegar al goce en la descomunal orgía. Conjunción perfecta de todas las arterias salientes de mis extremidades.
Soy infinita, infinita, infinita.



1 comentario:

  1. Me gusta. Como siempre. Sobre todo esto: "El cuerpo recuerda al cuerpo; se incorpora en la memoria del otrora cortejo y devora la simiente ajena, rememorando antiguos rituales de complacencia". Está muy bueno. Pasá por casa y contame qué te parece lo mío.

    ResponderEliminar